El símbolo que representa al liberteño es “Don Nicola o Don Pasquale”, personaje vestido como verdulero que lleva un canasto de productos hortícolas entre los que sobresalen los repollos. Con sus anchos bigotes y su gorro a cuadros, representa a los inmigrantes italianos que tenían la costumbre de cultivar huertas en sus hogares.

Fue tan fuerte la identidad que cobró ese incorpóreo hincha gumarelo que, con el tiempo, llegaría a ser encarnado en un personaje de ficción materializado y hasta nombrado como Don Nicola, a veces, y como Don Pasquales Gumarello, otras.

Una conocida tira cómica argentina caracterizaba al inmigrante italiano como Don Nicola, archiconocido por sus profusos bigotes y su cuadriculada gorra. Con el tiempo en un programa radial de mucho éxito emitido por una radio asuncena, La Pensión de Doña Liga, el mismo don Nicola, interpretado por Leandro S. Cacavelos, definió al liberteño. En dicho programa, cada club, tenía un personaje que lo distinguía: por ejemplo, un profesor representaba a Nacional, y un obrero, interpretado por el inolvidable actor popular Ernesto Báez identificaba al cerrista.

Mucho antes, el escritor Antonio Constante Franiecevich, uno de los pioneros de las crónicas deportivas, fue el creador del personaje que identificaba al hincha liberteño de más antigua data. Aquel ser imaginario fue bautizado por su creador como Pasquale Gumarello.

Los nombres fueron diferentes pero la caracterización la misma: italiano, con marcada pronunciación peninsular en su entrecortado castellano, horticultor y fervoroso hincha, fiel a su estirpe latina, con frondosos bigotes y gorras.

Sea Pasquale o Nicola, el italiano mostachón y apasionado trasciende el siglo como el más fiel retrato del hincha gumarelo, término que identificará por siempre al seguidor del Club Libertad.